martes, 2 de junio de 2015

Witika, hija de los leones y el ganador/a del minisorteo es...

"A Witika le gustaría ir a la escuela".   



La sociedad occidental presume de ser una sociedad que ha superado en gran parte el analfabetismo, entendido éste como la incapacidad de leer y escribir debido generalmente a la falta de enseñanza de estas capacidades. Haber superado esta situación le permite denominarse como "sociedad desarrollada". Cierto es que gracias a la escolarización obligatoria (que conste que soy partidaria del homeschooling bien entendido), la tasa de analfabetismo en nuestra sociedad es mínima. 

Sin embargo, algo que hoy tomamos como una necesidad básica cubierta, no lo está en muchas otras sociedades y no penséis que sólo ocurre en África. El caso es que me he lanzado con este rollo (perdonad, que me desvíe) porque creo necesario concienciar a nuestra infancia de lo que ellos tienen y de lo que otros carecen. Analfabetismo y supervivencia van en gran medida unidos. Pero no sólo eso, también es necesario hacerles ver que ser solidarios y tolerantes les ayudará a no caer en lo que yo me atrevería a definir como "analfabetismo emocional y de valores".



Witika se levanta cada mañana para caminar durante cinco horas en busca de agua. Mientras los otros niños van a la escuela, ella sola debe enfrentarse a sus miedos y completar el camino que la dirige al manantial de agua fresca que permite sobrevivir a su familia. Witika debe ayudar a su madre y a sus hermanos pequeños desde que su padre "se mudó a vivir con los antepasados"

En su caminata diaria, esta pequeña teme encontrarse con el Gran León. Su abuelo le ha regalado un amuleto de semilla de ceiba para protegerla mientras ella sueña y recita entre el polvo del camino "Gran León, Gran León, aléjate de mi corazón". 

Y una mañana, nuestra protagonista encuentra una leona herida. A Witika le dan miedo los leones, "pero no le gustan los cazadores que llegan con rifles y sin hambre". Desde este momento, comienza la lucha de la niña por intentar salvar a este animal salvaje con el que finalmente establecerá un preciosa relación de amistad que cambiará su vida. La pequeña Witika terminará ganándose el respeto de sus vecinos que ven en ella una niña decidida y generosa. 



Y ya no os cuento nada más. El final es realmente precioso. De verdad que os recomiendo muy mucho esta preciosa historia ¡y mi hijo también! :) Sus ilustraciones están llenas de color y nos trasladan a ese continente africano que muchos tanto amamos. 

Este libro ilustrado ha sido ganador del Premio Destino Infantil Apel-les Mestres 2005.

Podemos disfrutar de este bonito cuento, escrito por Blanca Álvarez e ilustrado por Carmen García Iglesias, gracias a Ediciones Destino.

Me he dado cuenta de que hoy he alargado bastante la entrada, pero no me puedo ir sin lo prometido. L@s participantes del minisorteo son:
  1. Ángela Gázquez García.
  2. Susana Ruiz.
  3. Melania.
  4. Rocío.
  5. Yolanda.
  6. Ángelasaurum.
  7. Judith Franch.
  8. Mallirubi.
  9. Laura Lomba García.
  10. Laura Sunt.
  11. Cuéntame cuentos mamá.
  12. Mercedes (Galletas Imperiales).
Y el ganador/a es...¡tachín, tachán!




¡Muchas felicidades a Rocío, la ganadora! En breve, me pondré en contacto contigo para poder enviar tu regalo a casa cuánto antes :)

Seguiremos en Mis cuentos cuentan.

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