"Mamá, ¿puede venir a jugar una nueva amiga mía?
¿Y por qué no le propones que se quede todo el día? "
Y, así, comienza un cuento en el que dos niñas, que juegan a ser princesas, se divierten disfrazándose, construyendo castillos, jugando con el barro, saltando de rama en rama, tocando en un grupo musical y muchas otras cosas, mientras aprenden a ser ellas mismas y a formar una bonita amistad. Y es que ser princesa es algo más que lucir coronas y vestidos hermosos.
Hemos elegido este álbum ilustrado infantil como uno de nuestros regalos para una amiga de mi hijo que cumple cinco añitos. Le encanta ser princesa y soñar que puede comer helados todos los días ¡Felicidades, preciosa!
No deja de ser una historia sencilla de dos niñas y un hermano que pasan el día juntos y hacen lo que los niños y niñas deben hacer: jugar. Jugar debería ser la tarea principal de todas y todos los pequeños y, a ser posible, jugar mucho y bien, en contacto con la naturaleza y sin demasiadas directrices, pero en un entorno seguro y de protección al menor.
Los niños y niñas de todo el mundo tienen unos derechos fundamentales que deben socialmente cumplirse y jugar es uno de ellos. Al mismo tiempo, los propios niños deben aprender que todo "derecho" trae consigo una responsabilidad y ésta se convierte en un "deber". Si uno de los Derechos Fundamentales del Niño es ser protegido contra la discriminación racial, el deber será que ellos aprendan a querer a sus iguales de otras razas. Porque nadie nace racista, debemos enseñar a ser más tolerantes y comprensivos a los que formarán parte de la sociedad del mañana.
"Allí viene mamá para darnos una escoba". Enseñamos responsabilidades en cada uno de nuestros actos y es que, como suelo indicar a menudo, abriendo los ojos se aprende más que abriendo la boca.
El texto de este cuento es rimado, lo que lo convierte en todo un disfrute para los más pequeños. Sus ilustraciones son frescas, coloridas y divertidas como las del cuento ¿Por qué debo ahorrar agua? Al final del cuento, se encuentran además unas pulseras de la amistad para compartir.
Podemos disfrutar de este libro, escrito por Carmela La Vigna Coyle e ilustrado por Mike Gordon y Carl Gordon, gracias a la editorial Picarona.
Seguiremos en Mis Cuentos Cuentan.