sábado, 19 de enero de 2019

Mis amigos se han dormido

"Es hora de dormir: la luna sube por la ventana silenciosamente. Pero yo no me duermo por mucho que lo intente".


Y si algo tenemos claro es que hay noches en las que nuestrxs pequeñxs sienten que sus ojos no se pueden cerrar y necesitan historias, compañía y, a lo mejor, algo para picar :)

El cuento ilustrado que hoy compartimos con vosotrxs se ha convertido en uno de los favoritos de nuestra niña durante estas últimas semanas. No se cansa de escucharlo una y otra vez, así que, ¡algo tendrá! Os lo contamos.


Vueltas y vueltas en la cama y mi cabeza pesada no logra dormir. Salgo en plena noche en busca de un lugar que me cuele en un sueño dulce y profundo. Ni mi amigo murciélago, ni el topo, ni siquiera la ballena consiguen que duerma a pierna suelta. Sus estilos de dormir no son adecuados para mi ¿Qué puedo hacer?

El pequeño protagonista de esta divertida historia se convierte durante una noche en un fatigado caminante que necesita un lugar donde dormir cómodamente. Después de visitar a un animal tras otro, acompañado siempre de su almohadón y su conejito, se da cuenta de que sus amigos duermen en camas raras. Sin pegar ojo, nuestro desvelado infante finalmente encuentra el sitio perfecto para descansar su cabeza ¿Os animáis a descubrirlo?


Esta historia es una historia para dormir. Su lenguaje rimado es sencillo y acompaña perfectamente a unas alegres ilustraciones que están llenas de color. Su lectura es adecuada para niñxs a partir de los tres años que crecen con ganas de aprender acerca del mundo que les rodea y de reconocerse en sus propios universos ¡Muy recomendable!

No queríamos olvidar contaros que, al final de este libro ilustrado, encontraréis una nana en inglés del propio autor del libro que podréis escuchar escaneando un QR.

Podemos disfrutar de esta bonita historia, escrita por David Weinstone e ilustrada por Magali Le Huche, gracias a la editorial Anaya.

Seguiremos en Mis Cuentos Cuentan.


jueves, 10 de enero de 2019

La preocupación de Lucía

"A Lucía le encantaba ser Lucía. Le encantaba columpiarse muy alto. Y le encantaba explorar lugares salvajes y remotos. A veces, incluso iba hasta el final del jardín. Lucía no podía ser más feliz. Hasta que un día...". 


Cada vez somos más las familias que sabemos lo importante que es trabajar las emociones y los sentimientos en el camino de nuestrx crecimiento personal. Tengamos la edad que tengamos, estamos siempre inmersxs en un continuo aprendizaje y lo mejor es intentar que ese aprendizaje sea lo más activo, profundo y reparador posible. Ayudar a lxs niñxs a que hablen sobre lo que sienten y cuáles son sus preocupaciones, sean grandes o pequeñas, es algo que fomenta la confianza y ayuda a mejorar la autoestima. La lectura en familia y en la escuela de libros ilustrados como el que hoy compartimos con vosotrxs es una buenísima manera de hacerlo.  


Lucía es una niña feliz. Disfruta de la naturaleza y de los columpios como cualquier otrx niñx hasta que un día descubre... una preocupación. 

Nos gustaría hacer un pequeño inciso para señalar amablemente que no, que no vamos a hablar aquí de integración ni de inclusión, ni tolerancia, ni aceptación... El hecho de que su protagonista sea negra es algo que no queremos resaltar porque no debería ser necesario hacerlo. Además, estamos en este espacio y ya sabéis cual es nuestro contenido. España es un país no tan blanco. Con eso, ya señalamos bastante :)

Volviendo a este estupendo cuento, Lucía, en un primer momento, casi no ve la preocupación. Ella continúa disfrutando de su vida diaria hasta que la preocupación empieza a crecer. Crece, crece y crece de tal forma que su presencia se vuelve incómoda para la pequeña. Lucía llega a pensar que ya nunca más volvería a ser feliz. Lo curioso era que nadie más que ella podía ver la preocupación que la seguía a todas partes: ni sus amigxs, ni su familia, ni siquiera su maestra. 

Entonces, un día ocurre algo que cambia las cosas y es que Lucía ve a un niño que parecía triste sentado en un banco del parque. No sólo eso. Lucía aprecia una cosa: el niño estaba también... ¡preocupado!

Así, compartiendo ambxs sus preocupaciones, éstas desaparecen. Lucía descubre de esta forma que estaba haciendo lo contrario a lo que debía hacer cuando se tiene una preocupación: no hablar de ella. Ahora, Lucía sabe cómo manejar esta situación para que no dure demasiado a su lado y sabe que no será la última vez que ocurra.


El texto de este álbum ilustrado es sencillo y agradable. Sus ilustraciones, además de ser preciosas, son muy explícitas y visuales. Acompañan perfectamente cada línea aportando mucha sensibilidad. Es un libro muy, muy recomendable.

Podemos disfrutar de esta estupenda historia, escrita e ilustrada por Tom Percival, gracias a Editorial SM. Su lectura es recomendada entre los tres y los cinco años. Nosotrxs abriríamos esa franja de edad, porque la educación emocional nos acompaña toda la vida.

Seguiremos en Mis Cuentos Cuentan.


martes, 8 de enero de 2019

Tarek, el africano

"Sabina y Pepe han llegado por fin a pasar las vacaciones en el pueblo de su abuelo Agustín. A Sabina y a Pepe les gusta mucho pasar los veranos con su abuelo, porque siempre les cuenta cosas de las que no se aprenden en el colegio y cosas que nadie más les puede contar. Porque el abuelo Agustín sabe muchas cosas y, además, les encanta contarlas". 


Que un libro para niñxs trate la esclavitud es todo un reto. Acercarnos a algo tan terrible y lamentable de nuestra historia no resulta nada fácil, sobre todo dirigiéndose a un/x lector/x infantil. Además, hacerlo sin caer en demasiados estereotipos es sinceramente complicado. Hemos empezado libros que abandonamos solamente al llegar a la segunda página. Es así de triste. 

Nuestro hijo mayor crece y su sentido crítico aumenta. Estamos muy orgullosxs de poder acercarle historias que sabemos que le tocan, que nos tocan. Nos gusta recordar en familia que la historia de África no sólo es una historia sobre la esclavitud. África tiene mucho que contar de su pasado, de su presente y de su futuro. Como bien dice Chimamanda Ngozie Adichie: "Lo que recomiendo son más historias. Necesitamos más historias. Cuántas más historias tengamos, mejor podremos retar esos estereotipos tan simples".

Tarek, el africano es un comienzo amargo y necesario. También... un buen comienzo.


El abuelo de Sabina y Pepe, que vive en una isla que es un volcán, se dispone a contar una historia a sus nietxs. Todo empieza con la cuenta de cristal que se escondía en un viejo baúl. Esta hermosa cuenta ovalada llena de colores y del tamaño de un huevo de codorniz había sido una vez una moneda. Con ella, se podía comprar lo más terrible imaginado.

"Sí. Personas, hija, personas. Hombres y mujeres a los que los europeos raptaban en las costas de África para venderlos como esclavos en mercados de Europa y de América. Personas vendiendo a otras como si fueran mercancía, quitándoles la libertad y los derechos más fundamentales. Eso han hecho los humanos durante toda la historia, y esta perla de cristal, tan hermosa, es la prueba de esa barbaridad. Es cristal veneciano, porque Venecia, que fue un país independiente y poderoso durante muchos siglos, también fue mercado de esclavos (...) el comercio más brutal de todos...". 


Y así nos acercamos a la historia de Tarek, el africano, un hombre cuyas ansias de libertad y cuya esperanza de encontrar su destino le hacen fuerte para lograrlo. Es una historia del pasado de la isla, una historia triste, una historia que no es justa, pero, al fin y al cabo, una historia que lxs niñxs deben conocer, aunque no sea amable. Y eso el abuelo Agustín lo tenía muy claro ¿Comenzamos?

Podemos disfrutar de este intenso libro, escrito por Ana Alcolea e ilustrado de una forma muy inspiradora por David Guirao, gracias a la Editorial Anaya. Su lectura es recomendada a partir de los 8 años. 

Seguiremos en Mis Cuentos Cuentan.


viernes, 4 de enero de 2019

I Got The Christmas Spirit

"I woke up to the spirit of the season. RISE AND SHINE!".

(Me desperté con el espíritu del momento ¡Levántate y Brilla!).


Y extendí este espíritu navideño, que había estado ahorrando todo el año, con mi sonrisa.  Así se siente la niña protagonista también de otra preciosa historia como es la de I Got The Rhythm. Para encontrar estos sentimientos sólo hace falta mirar a nuestro alrededor y dentro de nuestro interior. La Navidad es la época del año en la que se celebran todos los sentidos y de eso trata el precioso libro ilustrado que hoy compartimos.


Una ciudad completamente nevada se prepara para la Navidad. La pequeña protagonista se contagia de esa cálida energía y, junto a su madre, se aventura a disfrutar de las calles de su vecindario. Un vecindario en el que se respira diversidad y armonía. El espíritu de las luces hace brillar de forma especial los escaparates de las tiendas y el dulce olor de las nueces tostadas inunda el ambiente. No faltan los villancicos que un grupo de personas regalan a los transeúntes y la pequeña no duda en unirse a sus voces. 


Todo parece fluir en comunidad durante estas fechas tan señaladas. Incluso el mal humor de Santa se ha esfumado con el deseo de la pequeña: que la bondad y la gratitud, que estos días parecen cultivarse con intensidad, se extiendan a todos los días del año. 


Y así hemos tratado de vivir estas fechas, creciendo en familia rodeadxs del calor de los buenos deseos. Llegan los Reyes Magos y huele a roscón. Terminaremos esta época habiendo sentido intensamente en los momentos más pequeños eso a lo que llaman... Espíritu de la Navidad. 

Podemos disfrutar de esta historia, escrita por Connie Schofield- Morrison y bellamente ilustrada por Frank Morrison, gracias a Bloomsbury Children´s Books.


¡Feliz 2019 con todo nuestrx cariño!

Seguiremos en Mis Cuentos Cuentan


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