jueves, 8 de marzo de 2018

Semillas

"En estas tierras, los camules centenarios de troncos retorcidos y hojas violeta se desgranan y proyectan sus sombras azuladas sobre la tierra naranja y ocre. Aroman el aire las bellísimas séroflas, que sólo se muestran al mundo mientras todos descansan, cerrándose en cuanto alguien despierta". 


Hace tiempo que este libro forma parte de nuestra biblioteca personal. Es un relato para todos los públicos, canto a la esperanza que reside aún en tiempos difíciles. Lo bello está en contenido y en forma. Todo es susurro interno en cada ilustración y en cada frase. Para nosotrxs, este libro ilustrado es una verdadera joya. Una verdadera obra de arte.


Con palabras poéticas y embriagadoras, da comienzo la historia en la tierra donde sólo los dadilausacs, animales que nunca duermen, pueden disfrutar de esas bellas flores aunque no las recuerden. La joven Erdam sale de la aldea para acercarse a la cabaña de la vieja sabia Arreit para pedirle consejo. Ambas sentadas, la joven abre su puño mostrando lo que escondía dejando sin respiración a la vieja sabia ¿Qué es ésto, sabia Arreit? Eran semillas.


Hace siete generaciones que nada nuevo crece en esas tierras y esas semillas, herencia de antepasados de la joven Erdam, son el origen de todo lo que les rodea. Lo más pequeño puede contener a lo más grande. Pasados unos días, tras el golpe de una caída al tropezar con un dadilausac, la vieja Arreit ya sabe qué hacer con aquellas semillas. Pide a la joven Erdam que vuelva de nuevo a su cabaña acompañada esta vez de su madre y de su abuela. Una vez allí, Arreit las recibe en el exterior acompañada de "tres mujeres impalpables, transparentes como el agua"


Eran siete generaciones de Erdam las que se miraban sin poder creerlo. Tras una noche de risas, anécdotas, danzas y reproches, vuelven a reunirse la noche siguiente y será la Primera Erdam la que les diga qué deben hacer con esas semillas ¡Sembrarlas! ¿Semqué? La vieja Arreit recuerda: Pasado, presente y futuro se le revelan con claridad, como siempre los había conocido sin saberlo.

Pero las semillas son semillas asustadas y nadie sabe lo que puede brotar de una semilla asustada. La Primera Erdam será la que enseñe a la joven Erdam las palabras mágicas. A estas valiosas semillas sería bueno recordarles lo que se espera de ellas. Y así lo hizo. La joven Erdam, cada día, acercando su rostro a la tierra, susurra palabras dulces, palabras mágicas. Y, finalmente, ocurre lo que debe ocurrir...


"En diferentes lugares del mundo donde nadie recuerda haber sembrado semilla alguna, aparecen cada día tiernos brotes, pequeñísmas plantas que contienen grandeza agazapada y a la espera".

Podemos disfrutar de este bellísimo libro ilustrado, escrito por Susana Ramírez e ilustrado por Nicoletta Tomás, gracias a Legua Editorial.

Seguiremos en Mis Cuentos Cuentan.


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